¿Qué problemas puede tener una perra esterilizada?
En general, podemos decir que la esterilización tiene pocos efectos indeseables y muchos beneficios.
Los efectos perjudiciales más importantes que se pueden dar en un perro esterilizado son el aumento de peso y la incontinencia urinaria y normalmente se tratará de una perra, más que de un macho.
Estos problemas pueden darse también en una gata, aunque en los gatos el problema de la ganancia de peso debido a la esterilización no es tan importante como en los perros.
Aumento de peso en la perra esterilizada
Quizás el más importante de la esterilización sea el aumento de peso, especialmente en hembras (sin embargo, se da más este problema en perras que en gatas) porque los estrógenos tienen un efecto inhibidor del consumo de alimento y de aumento de la actividad del animal.
Por lo tanto, una hembra esterilizada comerá más y se moverá menos, lo que le hará ganar peso. A su vez, la obesidad repercute sobre la salud del animal dándole problemas de circulación, artritis, etc.
Solución al aumento de peso de la perra esterilizada
La solución a este problema es bien sencilla, no darle tanta comida a nuestra mascota si está esterilizada y tiene propensión a la obesidad.
Incontinencia urinaria en la esterilizada
Otro problema de la esterilización en perros es la incontinencia urinaria. El animal que tiene este problema pierde el control voluntario sobre la micción, por lo que es incapaz de decidir donde y cuando orinar. Este problema se da frecuentemente en perras castradas.
La incontinencia urinaria se da porque el esfínter urinario no cierra bien, porque para su correcto funcionamiento precisa de la concentración plasmática de estrógenos necesaria.
Este tipo de incontinencia urinaria que está relacionada con la castración se llama incontinencia urinaria que responde a estrógenos o también se puede llamar incontinencia urinaria por incompetencia del esfínter.
Tratamiento para la incontinencia urinaria
El tratamiento de elección es hormonal, a base de sustancias como la fenilpropanolamina, para controlar el flujo de orina, aumentando el tono del esfínter de la uretra, con lo que se consigue contrarrestar el goteo de orina por parte del animal.
Agresividad por dominancia en perras esterilizadas dominantes
la agresividad por dominancia aumenta tras la castración en las perras, porque en los ovarios se produce, además de estrógenos, progesterona que tiene un efecto inhibidor de la agresividad por dominancia.
Esto es un problema en perras ya de por sí dominantes. Por lo que no es aconsejable castrar una perra dominante en los casos en los que la dominancia se asocia al celo.
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