Si hemos tenido siempre perros y ahora un gato, o viceversa, deberíamos saber que no se puede alimentar de la misma forma a una mascota que a otra, debido a que ambos animales tienen diferentes ancestros salvajes, que presentan distintas costumbres alimenticias.
El perro tiene una aparato digestivo ligeramente
diferente al del gato, lo que le hace tener otro tipo de alimentación
diferente al del gato, lo que le hace tener otro tipo de alimentación
El perro y el gato son diferentes también en la alimentación
Perro y gato al tener ancestros con alimentación relativamente diferente ha hecho que haya diferencias a tener en cuenta en la alimentación entre ambos carnívoros.
De ahí que, por ejemplo, el gato necesite una dieta más rica en energía o que el perro tolere mejor la presencia de carbohidratos en su dieta.
¿Por qué hay esas diferencias en la alimentación entre gatos y perros?
- Diferencias en el tipo de dientes: La dentición de los perros está más preparada para una dieta omnívora que la de los gatos, que tienen un tipo de dieta exclusivamente carnívora.
- Diferencias en el metabolismo: Los perros pueden digerir un poco mejor los carbohidratos que los gatos.
- Diferente aparato digestivo: El tubo digestivo de los gatos es más corto que el de los perros, lo que hace que tengan una digestión más rápida que la de los perros.
- Diferentes preferencias alimenticias: Los gatos son más selectivos en la comida que los perros, lo que puede crear algunos problemas para sus dueños, cuando no les proporcionan la comida que más les gusta.
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