Los sapos y ranas (llamados en conjunto científicamente como anuros) muestran distintas técnicas de caza, que varían en función de la especie de anfibio.
Así encontramos desde caza al acecho, de la ranita de San Antonio y otras ranas arborícolas a la caza con salto, de la rana verde, hasta la caza con persecución, de las ranas punta de flecha (dendrobatidae) e incluso la utilización de señuelos de algunas anfibios, como las ranas pacman o escuerzos.
La utilización de señuelos para engañar a sus presas por parte de los anfibios es quizá la técnica de caza más sorprendente que tienen este grupo de vertebrados. No la practican solamente los escuerzos (en el mundo del terrario se conocen como las ranas pacman y son muy populares), sino que también puede ser observado dicho comportamiento en anuros como la ranita de San Antonio, de nombre científico Hyla arborea y hasta en el sapo común (Bufo bufo).
Los anfibios que cazan mediante señuelo sufren un proceso llamado fiebre de caza, en el que los dedos de sus patas posteriores se contraen y relajan enérgicamente por el propio estado de excitación del animal; momento que precede a la captura de su presa. Las presas, como por ejemplo un grillo o una mantis religiosa, que merodean por los alrededores del anfibio, se pueden sentir atraídas por el movimiento rítmico de los dedos del animal, lo que es aprovechado por parte de este último, para hacerse con la presa.
Cómo puede deducirse los anfibios que practican la caza con señuelo la combinan con la caza al acecho.
La ranita meridional Hyla meridionalis, rana arborícola
como la ranita de San Antonio y emparentada con ella,
practica también la caza con señuelo
* Ver más sobre: Técnicas de caza de los anfibios
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