El puma, junto con el jaguar, es un animal depredador que se
encuentra en lo alto de la pirámide alimentaria. Por ello, este gran felino
americano se dice que es un superdepredador, ya que no tiene por encima suyo
ningún animal que le de caza. El ser humano es el único enemigo del puma.
El puma influye en primer lugar en la abundancia de presas
gracias a su actividad predatoria.
No menos importante es la función reguladora de otros
carnívoros de menor tamaño que comparten hábitat con este superdepredador
llamado puma. Se ha visto que, cuando se reduce las poblaciones de estos grandes
carnívoros, el número de depredadores de pequeño tamaño tiende a aumentar, lo
que suele implicar cambios a su vez en las poblaciones de las presas de estos
pequeños carnívoros.
De forma indirecta, el puma también influye en la comunidad
vegetal al reducir el número de animales herbívoros, lo que posibilita que la vegetación
se vea libre de dicha presión por parte de los animales con dietas
vegetarianas.
Por todo ello y debido a que tiene una dieta de tipo oportunista,
lo que significa que tiende a aprovechar las presas de las que hay más
disponibilidad en su entorno, el puma está considerado una especie clave en su ecosistema.
(Imagen de puma: El puma es un superdepredador y como tal desempeña
una función imprescindible en su ecosistema)
* Ver más sobre: Función de los superdepredadores en el ecosistema