domingo, 13 de diciembre de 2015

Utilidad de los parásitos

¿Qué son los parásitos?

Se entiende como parásito al ser vivo que vive a expensas de otro ser vivo, llamado huésped u hospedador. En dicha relación entre parásito y huésped, el huésped o ser que alberga al parásito sale perjudicado y puede llegar a morir. El parásito al huésped le supone una disminución de su vitalidad, le reduce la tasa de reproducción, le enlentece su crecimiento e incluso le puede causar la muerte.


¿Tienen alguna utilidad los parásitos?

En dicha relación parásito-huésped llamada parasitismo hay una presión evolutiva en la que el huésped y el parásito se adaptan a convivir el uno con el otro a través de un proceso selectivo. A lo largo de la evolución, huésped y parásito han sabido adaptarse con la intervención de la selección natural.

Con la acción negativa del parásito sobre su hospedador, se provoca la eliminación de los individuos menos adaptados y la aparición de individuos resistentes a los parásitos. La adaptación del huésped al parasitismo se consigue a través de la evolución de las respuestas de anticuerpos por parte del hospedador.

Por dicho motivo, una misión de los parásitos sería la de favorecer la selección natural y, por lo tanto, contribuir a eliminar los individuos menos aptos para sobrevivir y facilitar la selección de aquellos individuos con características más favorables para la supervivencia de la especie.


Parásitos empleados como control de plagas


Desde un punto de vista práctico, ciertos parásitos de la clase de los insectos, o mejor dicho, ciertos insectos parasitoides, como las avispas parasitoides, son utilizados por el hombre como agentes de control de plagas de las plantas.


Imagen de icneumónido de la especie

Planiceps varipennis, ejemplo de avispa parásita

De estos insectos se aprovecha sus particulares ciclos biológicos en los que se desarrollan las larvas en el interior del cuerpo de animales herbívoros, como el de las orugas de mariposas.

A diferencia de los parásitos típicos, los insectos parásitos como las avispas, las moscas y los escarabajos parasitoides, con su actividad en fase larval, provocan la muerte del insecto que parasitan, lo que les convierte en eficaces destructores de plagas.

* Ver más sobre: Características de los parásitos

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